Centrándome en el evento de una brutal razzia policial y posterior manifestación travesti1 frente a una comisaria en Buenos Aires en noviembre de 1996, en este artículo propongo analizar el acontecimiento y la posterior discusión entre activistas y trabajadoras sexuales travestis, basándome en herramientas de análisis etnográfico como la observación participante con notas y grabación sonora in loci así como en análisis de fuentes de archivo y bibliografía crítica. El evento será abordado tanto como una disputa por el derecho al uso por el espacio público y a la ciudadanía, así como su corrimiento de figura monstruosa y su insistencia en ser personas y humanas. Como fue documentado por las activistas y sus aliados, la figura del ‘Escándalo’ incluida en los edictos policiales era el instrumento burocrático utilizado por la policía en todo el país para encarcelar, extorsionar y hasta asesinar a travestis. ‘Escándalo’, título que incluye en su segundo artículo a ‘formas de actuación obscena’, en su vaguedad y ambigüedad semántica autoriza a la institución policial a una interpretación (re)actualizada y a l*s sujet*s bajo su poder, adaptándolo a la aparición de nuevos sujetos sociales “peligrosos”. El naciente activismo travesti disputará el espacio público corriéndose del lugar de sujetos “obscenos” mediante la estrategia de la vestimenta, uso de ropas “unisex”. Esta se propone tanto mostrar la arbitrariedad de los arrestos como mostrar a la ciudadanía porteña que son discretas y por tanto, tienen derecho a la calle también. Pero estos intentos normativizantes entran en tensión con las exigencias de los clientes de prostitución callejera, que parecen demandar la onscenificación de mujeres espectaculares. Y para las propias travestis, quienes viviendo en constante represión y precariedad, encuentran placer en constituirse como tales.