El feminismo, en su multiplicidad, se articula como el movimiento social más contundente en América Latina. Luego del ciclo populista en el continente, un giro a la derecha más reaccionaria (ya fuera por vía electoral como en la Argentina y Chile, o por golpes de Estado, como en Brasil, Paraguay y Honduras) nos retrotrajo a una restauración de la economía en el sentido de la vertiginosa concentración del capital, tal vez la mayor desde el siglo XIX, que se sirvió de una restauración de los cuerpos y de los privilegios a través de una violencia arrasadora. La escalofriante cifra de…